El Aikido: El arte de no hacer daño




Todo se remonta después  de la 2da. Guerra Mundial, cuando los estudiantes del Fundador, Morihei Ueshiba tales como Koichi Tohei, Kisshomaru Ueshiba, Gozo Shioda, Kenji Tomiki y otros, seguidos por sus respectivos alumnos, los responsables del crecimiento del Aikido a nivel internacional.

Pero todo nació de Morihei Ueshiba, uno de los maestros marciales más brillantes de todos los tiempos, pues él sostiene una base del arte del Katana y del Aikijutsu antiguo, creando así una forma nueva y moderna de arte marcial contra uno o varios atacantes, pero con la diferencia de usar la fuerza del adversario.

El Aikido, un arte marcial de defensa cuyo objetivo final no es causar daño, sino neutralizar cualquier ataque y cultivar un sentido y un sentimiento de paz y armonía, por eso se dice que entre las característica fundamentales del Aikido es la búsqueda de la armonización y neutralizar toda situación de conflicto, en lugar de la destrucción o simple derrota del oponente; en cambio es lo contrario; es llegar a tener un crecimiento personal. Fue así que  en 1942 se instala en Iwama, donde construye un Dojo y un santuario; luego de la conflagración viajaría periódicamente a Tokio para impartir seminarios y conferencias aunque jamás abandonaría Iwama.

Llegando el 26 de abril de 1969, fecha en la cual fallece de una manera especial, pues es tomado de la mano de su hijo, haciendo hasta el día recordado como el que creo el arte de no hacer daño y encontrar el equilibrio de la energía para seguir creciendo como persona.